Accidentes mineros

La historia minera de España nos deja una serie de accidentes importantes, lo que da cuenta del trabajo peligroso en este tipo de instalaciones.

Además del accidente ocurrido este lunes en Pozo Emilio del Valle, la ciudad de Santa Lucía, tenemos que remontarnos a 1995, específicamente el 1 de septiembre. En el pozo San Nicolás de Mieres, 14 mineros murieron.

Unos años antes, el 19 de diciembre de 1992, el Pozo Santa Eulalia de Langreo fue la noticia más trágica de la época. Un colapso costó la vida de cuatro personas.



En noviembre de 1984. El balance de una explosión de grisú causó ocho en la mina Grupo Río, en Fabero (León). Un año más tarde, otros 14 mineros mueren después de una explosión de gas en el pozo de San Nicolás perteneciente a Hunosa en la cuenca asturiana de Mieres.

En 1979, el 18 de octubre, una explosión de gas gris volvió a ser la causa de la muerte de diez mineros en la mina de Caboalles de Abajo en la cuenca de Laciana.

La comunidad navarra no está libre de la tragedia. En 1975, seis mineros murieron en el pozo Undiano, en Potasas de Navarra, debido a una explosión de gas. Ese mismo año, pero en la ciudad barcelonesa de Figols, una explosión de gas gris causa 30 muertos.

Otro de los enclaves en los que los trabajadores mineros han perdido la vida a lo largo de los años es el Valle de Turón. Cinco mineros perdieron sus vidas en 1963, y cuatro años más tarde, en 1967, el Pozo Santo Tomás también cobró la vida de 11 trabajadores. En este caso, el accidente, que tuvo lugar el 14 de agosto, fue causado por una rotura en el acceso del ascensor a la mina.

En ese mismo año 1967, pero el 21 de marzo, un accidente en el Pozo San Vicente de Linares costó la vida de otros seis.

También en 1967, tres mineros morirían como fueron enterrados por un hundimiento entre las plantas 15 y 16 del pozo No. 4. Dos años más tarde, habría 8 mineros muertos cuando otra explosión del grisú ocurrió en el mismo pozo. Las Minas de la Reunión estarían definitivamente cerradas en 1972.